La queratitis infecciosa constituye una emergencia médica, siendo el primer enfoque terapéutico el manejo médico. Sin embargo, ante la patogenicidad del microorganismo involucrado y la falta de respuesta a la terapia inicial, se convierte en una queratitis infecciosa avanzada (QIA) con riesgo de perforación, estableciendo una emergencia oftalmológica quirúrgica. 

Se encuentran disponibles múltiples estrategias quirúrgicas que se adaptan a cada caso en particular. En nuestro análisis, describimos principalmente el uso de queratoplastia terapéutica y recubrimiento conjuntival para el manejo de QIA. Reportamos una alta tasa de éxito, del 92.31% , con este tipo de cirugías. 

Las complicaciones más comunes que se observaron en este estudio fueron catarata (n 17) leucoma cicatrizal (n 15), vascularización corneal (n 14), glaucoma (n 11), defecto epitelial persistente (n 10) y persistencia de la infección (n 9). Las complicaciones propias de los procedimientos, fueron el rechazo del injerto (n 8/27) y la retracción del colgajo conjuntival (n 11/13), que a pesar de presentar un alto porcentaje, por el correcto manejo ante esta complicación, no permitió alterar el éxito del tratamiento.

Aquellos resultados no exitosos, representados por el 7.6 % de los casos, estuvieron asociados a recurrencias o falta de curación de la infección, las cuales fueron mucho más comunes en la queratitis fúngicas. Estos pacientes requirieron de múltiples cirugías y a su vez presentaron mayores complicaciones postoperatorias y en su mayoría también complicaciones preoperatorias como perforación corneal.