Introducción: La fatiga de alarmas en Unidades de Cuidados Intensivos se produce cuando los profesionales de la salud están expuestos a excesivos eventos de activación de alarmas, provocando su desensibilización frente a las mismas. Se trata de una entidad multifactorial  que se encuentra relacionada con la mayor disponibilidad de tecnología para el monitoreo de los pacientes, el uso inadecuado de límites de alarma o la alta prevalencia de alarmas innecesarias (falsas alarmas activadas por fallas/inadecuado uso de equipos/sensores o activadas por cambios fisiológicos que no requieren accionar médico). Estos factores pueden prolongar el tiempo de respuesta y asociarse a consecuencias adversas para los pacientes. Luego de una evaluación basal en nuestra UCIN, se desarrolló un programa para el manejo de alarmas en la unidad.

Objetivos: 1-Comparar la prevalencia de fatiga de alarmas en nuestra UCIN antes y después de implementar un programa para el manejo de alarmas, estimando la ocurrencia de alarmas verdaderas, alarmas innecesarias y midiendo el tiempo de respuesta. 2-Determinar variables asociadas a la presencia de alarmas innecesarias y al tiempo de respuesta.

Métodos: Estudio basado en un programa de mejora de calidad. Diseño: corte transversal. Se compararon 2 grupos de eventos de activación de alarmas ocurridos en periodos diferentes. Se realizaron 100 observaciones entre diciembre de 2019 y enero de 2020. Se implementó entonces el programa para el manejo de alarmas que incluyó charlas virtuales, reuniones presenciales en la UCIN y la redacción de un protocolo para el manejo de alarmas que fue difundido a todo el personal de la unidad. Luego, fueron realizadas otras 100 observaciones entre junio y agosto de 2021. Los profesionales permanecieron ciegos a las observaciones realizadas en los turnos mañana, tarde y noche. Se estimó la prevalencia de alarmas verdaderas e innecesarias en ambos periodos. Se realizó un análisis univariado evaluando la asociación entre variables demográficas y relacionadas con la activación de cada alarma, con alarmas innecesarias y el tiempo de respuesta. Se realizó un análisis multivariado para determinar variables independientes asociadas a la presencia de alarmas innecesarias.

Resultados: La prevalencia de alarmas verdaderas resultó 31% previo al Programa para el manejo de alarmas y 57% luego del mismo (p=0,001). La de alarmas innecesarias fue 69% y 43% respectivamente (p=0,001). La media del tiempo de respuesta se redujo significativamente: 35 seg vs. 12 seg (p 0.001). Según el análisis univariado, previo al programa, la presencia de alarmas innecesarias y los tiempos de respuesta más prolongados se asociaron a pacientes de mayor edad gestacional y con menor requerimiento de soporte intensivo. Luego del programa, el tiempo de respuesta resultó similar para alarmas verdaderas e innecesarias. Para ambos periodos, el requerimiento de soporte respiratorio se asoció significativamente a alarmas verdaderas (p 0.001). En el análisis ajustado, el tiempo de respuesta (p=0.001) y el soporte respiratorio (p=0.003) resultaron variables independientes asociadas a alarmas innecesarias.

Conclusión: La presencia de fatiga de alarmas resulto altamente prevalente en nuestra UCIN y fue reducida significativamente luego de implementar un Programa para el manejo de alarmas.